Los salesianos Daniel Cerda y Marcelo Rojas recibieron el Orden del Sacerdocio de manos de Monseñor Alberto Lorenzelli, en una solemne Eucaristía celebrada en el Templo María Auxiliadora de Lo Cañas, durante la mañana de hoy, sábado 9 de diciembre.
Concelebraron el Provincial de los Salesianos en Chile, P. Carlo Lira; Cardenal Ricardo Ezzati y hermanos salesianos de diversas comunidades religiosas.
Cientos de personas se reunieron en un ambiente de regocijo para agradecer a Dios por la obra realizada en la vida de estos jóvenes diáconos salesianos, que ofrecen entregar su vida para anunciar el Evangelio a todos los pueblos.
La ceremonia comenzó con la lectura de las biografías de los ordenandos por parte del Director del Teologado de Lo Cañas, P. Felix Levín y del párroco de Jesús el Señor, P. Eduardo Oviedo, para posteriormente escuchar la Palabra de Dios.
Luego de la proclamación del Evangelio, el Inspector de los Salesianos en Chile, P. Carlo Lira, presentó a Daniel y Marcelo, dando fe que son dignos para recibir el orden sacerdotal.
Durante su homilía, el Obispo Lorenzelli expresó que ser sacerdote es una cuestión de amor. “Si amamos a Cristo, amaremos también a nuestro pueblo, a nuestros jóvenes, como Él los ama, y nos entregaremos a él como Cristo se entrega. Hemos de amar a nuestros fieles con el amor que hemos recibido de Dios”.
Prosiguió: “Ser sacerdote significa ser lápiz de Dios, para que Él escriba lo que quiera, como quiera y cuando quiera. Están llamados para ser puestos en favor de los hombres, en lo que se refiere a Dios. Un puente entre Dios y los hombres, a través de la palabra, sacramentos y caridad“.
Sus palabras concluyeron con una invitación a Daniel y Marcelo, que imiten a Cristo, figura del Buen Pastor.
“Imiten la humildad y mansedumbre, virtudes imprescindibles de los verdaderos seguidores del Maestro. Imiten la pobreza del Señor, fomentando una confianza filial y plena en la Providencia de Dios. Imiten a Jesús que se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Imiten el corazón casto y puro del Maestro, con un amor totalizante y exclusivo que los mantendrá con una disponibilidad absoluta al servicio de la misión”.
Posteriormente, Daniel y Marcelo se arrodillaron frente al Obispo, manifestando su libre voluntad de ser consagrados presbíteros y realizaron su promesa de obediencia; para luego postrarse rostro en tierra como signo de entrega y humildad ante Dios, mientras la asamblea entonaba las Letanías pidiendo la intercesión de los Santos.
Al concluir, el Obispo y los salesianos sacerdotes concelebrantes, impusieron sus manos sobre Daniel y Marcelo para invocar sobre ellos la acción del Espíritu Santo.
Luego de la plegaria de la ordenación expresada por el Obispo, los familiares de Daniel y Marcelo entregaron los ornamentos propios del presbítero, la estola y la casulla, a algunos hermanos salesianos, quienes revistieron a los nuevos sacerdotes, para así recibir la unción de sus manos con el Santo Crisma por parte de Monseñor Alberto Lorenzelli.
El rito de la ordenación concluyó con la entrega de la patena y el cáliz preparados para la Eucaristía. Con alegría, la asamblea presente respondió con un aplauso fervoroso, dando la bienvenida a Daniel y Marcelo, como dos nuevos sacerdotes salesianos para la Iglesia.
Al concluir la celebración, Daniel y Marcelo dirigieron algunas palabras a los presentes: “Estamos llamados a ser signos portadores del amor de Cristo. En estos años como religiosos, hemos recorrido diversos lugares y agradecemos el trato cordial, siempre nos hemos sentido acogidos. Reconocemos que el ministerio es un don , porque el único centro es Cristo el Señor. Los invitamos a unirse en una plegaria a María Auxiliadora. Le confiamos a ella nuestro ministerio sacerdotal”, expresaron.
Decenas de personas se unieron a la transmisión en vivo a través de Youtube. Algunos comentarios fueron:
“Muchas bendiciones y fortaleza en este nuevo caminar. Los acompañamos en la oración por esta vocación de servicio”
“Que nuestro Señor les regale ser fieles y perseverantes en el ministerio al cual hoy consagran su vida”
“Que significativo momento para la Familia Salesiana y la Iglesia. Que el Buen Dios bendiga y acompañe el caminar de estos hermanos nuestros”.