El día martes 11 de marzo hemos dado inicio a las misas diarias en nuestra escuela, una tradición que refleja nuestro compromiso con la formación integral de los estudiantes, guiándolos en su crecimiento espiritual y en su camino de fe. La primera Eucaristía fue celebrada junto al curso 7° Básico A, marcando el comienzo de un ciclo de encuentros con Cristo que se extenderá durante todo el año.

"Como colegio salesiano, creemos firmemente que la Eucaristía es el centro de la vida cristiana. No es solo un rito, sino un encuentro personal con Jesús, que nos invita a reflexionar, a fortalecer nuestra comunidad y a asumir con amor nuestra misión en el mundo", comentó el secretario ejecutivo de la Pastoral, maestro Guido Torres.

Las misas diarias forman parte del pilar de la Iglesia que evangeliza, uno de los cuatro ejes fundamentales de nuestra comunidad educativa. A través de la celebración de la Eucaristía, buscamos que los niños y jóvenes no solo participen, sino que vivan y comprendan su fe en el día a día. "Queremos que nuestros estudiantes descubran que ser cristiano no es simplemente rezar o conocer la Biblia, sino preguntarse en cada situación: ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Si ven una pelea en el patio, si alguien necesita ayuda, si enfrentan un desafío, queremos que tengan la mirada de Jesús en sus acciones", explicó el maestro.

En este primer encuentro, la comunidad religiosa, docentes y encargados pastorales acompañaron con especial atención a los estudiantes, muchos de los cuales participan por primera vez en una Eucaristía escolar. "Es un gran desafío, porque hay jóvenes que vienen de hogares con una fuerte tradición de fe, pero también hay quienes llegan sin una formación religiosa previa. Por eso, estas misas son una oportunidad para que cada uno, desde su propia experiencia, pueda descubrir a un Dios cercano, que camina con ellos y los acompaña en su vida cotidiana", agregó.

A lo largo del año, cada curso tendrá la oportunidad de vivir este espacio de encuentro con Cristo, recorriendo un camino progresivo de mayor profundización en la fe. Para el maestro Guido, esta instancia es un privilegio que no debe pasar desapercibido: "No todos los colegios tienen la posibilidad de contar con sacerdotes que traigan a Jesús sacramentado a su comunidad educativa. Aquí lo tenemos, y queremos que los estudiantes valoren este regalo, lo vivan con alegría y lo aprovechen para fortalecer su vida espiritual y su vínculo con sus compañeros".

Con esta primera misa, damos el primer paso en un año en el que buscamos que la Eucaristía no solo sea una celebración dentro del colegio, sino una experiencia que transforme corazones y motive a nuestros estudiantes a ser verdaderos discípulos de Cristo.

¡Que este camino de fe nos llene de bendiciones y nos ayude a vivir con mayor amor y compromiso nuestra vocación salesiana!

Puedes ver la galería de imágenes de la Misa Diaria de 7° básico A aquí.

En cuanto a las imágenes de 7° básico B, las puedes encontrar en este enlace.